Resignación

La noche en San Petersburgo continuaba, lo ocurrido en el museo me dejó con bastantes dudas en mi interior, sentirme descubierto de una forma tan fácil me hacía creer que no llevaba del todo bien la Mascarada en la que tanto creía. No estaba seguro de lo que ocurría en la ciudad, sin embargo aquel encuentro me planteó el quedarme, yo deseaba una existencia tranquila, había vagado por Europa tan lejos de mi hogar buscando la paz que al lado de Haley nunca conseguí, ahora me encontraba en medio de un caos mayor al que alguna vez me pudiese imaginar.

Por las calles de San Petersburgo vagué, el frío nocturno golpeaba mi muerto rostro, el viento alborotaba ligeramente mis cabellos mientras mis manos se resguardaban en los bolsillos de mi innecesario abrigo. No sé por cuanto tiempo vagué, sólo me detuve hasta llegar a la afamada catedral de Kazan, su majestuosa estructura llamó de inmediato mi atención, era mucho más hermosa de lo que las imágenes me dejaban apreciar. Por momentos aquella belleza me alejó de los conflictos que chocaban en mi mente, nuevamente la belleza volvía a ser mi salvación.

Una extraña necesidad de paz me invadió, necesitaba enfocar mis ideas, aquello me llevó a mis raices culturales, si bien aquella catedral era Ortodoxa las bases de mi religión eran las mismas, una ligera sonrisa se formó en mi rostro mientras caminaba por los largos y curvos pasillos, mis zapatos sonaban aullentando el silencio de la noche, sólo el motor de algunos automóviles que pasaban por la Av. Nevsky se escuchaban en el fondo, como una melodía amenizando mi andar rodeado de magistrales columnas, de haber podido un fuerte y largo suspiro hubiese escapado de mis labios, sin embargo aquello no era posible, al menos no con la intención que me bordeaba en aquellos momentos.

Miré el cielo nocturno, a mis espaldas se encontraba las grandes puertas de la Catedral, que para mi suerte se encontraba cerrada, claramente no eran horas devotas en la ciudad, me inqué frente a sus puertas mientras me persignaba comenzando una ligera oración en silencio, deseaba más que nada aclarar mis ideas, aunque no era el ser más religioso sabía que aquello me podría ayudar, aunque sea momentaneamente.

Apariencia:

Por un tiempo me mantuve sobre mi rodilla derecha al pie de aquellas puerta del santuario, mi mente se sentía perdida, así mismo me sentía en ese momento, la tranquilidad y felicidad con la que había arribado a San Petersburgo se había desvanecido por completo, me veía envuelto en no sé qué.

Me levanté sacudiendo mi pantalón, miré aquella majestuosa puerta con detenimiento, cada detalle en la arquitectura era soberbio, no podía evitar que una sonrisa se dibujara en mi rostro, completamente complacido por la belleza y paz que aquel lugar me proporcionaba, extendí mis brazos llevándolos a mi nuca, pensando en las noches futuras que me esperaban en la ciudad, todo era un verdadero acertijo indescifrable hasta ese momento.

Bajé lentamente los escalones de la entrada, hasta llegar al verde jardín, caminaba entre el pasto dejando que mis zapatos se mojaran con el rocío de la madrugada, me senté en unas bancas aledañas mirando el hermoso cielo nocturno, dejando que mi mente flujera a la nada, a un vacío lejano sin los problemas que mi existencia me traía, ésta que ya no es posible llamar vida. Cerré mis ojos concentrándome en cada sonido nocturno, interrumpido por las máquinas que corrían por la Av Nevsky.

Como siempre después de una bella y alucinante aventura viene consigo la desdicha, sinceramente me di a la tarea de conocer mas a fondo sobre la paladín que por desgracia tuvo que pasar lo que tenia que pasar, sinceramente no me gusta mucho recordar ese tipo de cosas, no estaba tanto mi humor para eso solo quería saborear las delicias que san petersburgo ofrecía y no es por nada pero desde que llegue no he saciado mi sed demoníaca, y no me refiero a que sea infermalista ni nada por el estilo, solo que se y sabemos de antemano que alimentarse de una criatura inocente, de algo que inspire la mas mínima y divino sentimiento de inocencia era suficiente para que mis obscuras manos y mi pasión endiablada llegara hasta sus venas vaciándoles por completo, y he de decir que no he tenido hasta el momento ninguna oportunidad, no desaprovecho ninguna oportunidad no deberia así que me dirijo caminando solo como lo que soy un cazador buscando la presa, olfateando de aquí aya pero es de noche claro esta que no encontrare mucho o ¿tal ves si?.
Sigo caminando y veo en las puertas de la catedral a un sujeto bien vestido estando en las puertas parecería que su estúpida alma se atormenta "humanos" siempre piensan que pueden tener el perdón con solo arrodillarse, analizando mas a fondo la situación puede que sea solo un extranjero que tiene alguna costumbre rito o lo que sea para invocar a su dios. Desde donde lo estoy visualizando cada uno de sus movimientos, trato de caminar lo mas sigiloso que pueda hasta donde se encuentra y darle la "bienvenida"

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La tranquilidad y paz de la noche se había esfumado, al parecer ya no me encontraba solo, el viento trajo consigo un sonido, unos pasos sobre hojas que crujían con el andar del recién llegado. Abrí mis ojos volteando al lugar de donde provenía el sonido, ante mí un joven de vestimenta oscura caminaba, ladeé un poco mi cabeza mientras le observaba, extrañamente aquel hombre parecía no importarle el clima de la ciudad, aunque oscuro su atuendo era demasiado... descubierto.

~Buenas noches~ hablé con un ruso básico, definitivamente debía de practicar más aquella lengua, si decidía quedarme en aquella ciudad debía de aprender a comunicarme de forma más fluida, ~Linda noche ¿no cree?~ sonreí de forma amable mientras me incorporaba estirando un poco mis ya muertos músculos.

En un intento por cuidar la Mascarada protegí mis manos del frío, si bien el clima ya no me afectaba debía de fingir ante los demás, aunque aquel sujeto no parecía sufrir lo mejor era fingir. Acomodé mi cabello tras mi oído mientras le observaba, sin borrar la sonrisa de mi rostro esperé su respuesta.

Y sin mas estaba caminando como diciéndole a todo el mundo ahi "hey aqui estoy" en verdad eso fue patetico de mi parte no queria que se enterara por completo que estaba por ahi, el misterio siempre hace que las cosas se disfruten mas pero no esta vez no pudo suceder asi, este "joven" comienza a hablarme en ruso, solo entendi el saludo asi que le hablo en frances disculpa hermano, solo hablo francés e ingles eran algo conocidas bueno muchos hablan sinceramente frances por quererse hacerse los romanticos y el ingles es mi idioma natal camino acercándome dejandole su espacio por cualquier cosa, veo su mirada no reflejaba absolutamente nada que se me hiciera familiar asi que solo asenti con la cabeza, de igual forma viene a ver a alguien Perdona si interrumpi, solo que me llamo la atención tu.... lo miro a los ojos y despues a la puerta para que comprendiera sin que dijera lo que estaba haciendo se supone que uno se arrodilla dentro de la catedral me lleve las manos a los bolsillos y le sonreí de lado cuidando que no se vean sus colmillos.

lo mire de arriba abajo es solo un turista al igual que yo no creo divertirme mucho esta noche dependiendo de el sera mas o menos para que me sirva esta noche si no igual solo alimentarme o vomitar su sangre.

Por un momento me sentí alviado, escucharlo hablar en Francés, mi segunda lengua materna me sacó una sonrisa mayor, ~Me alegra que hablé Francés~ dije extendiendo mi mano hacia aquel hombre, afortunadamente el clima disimularía la frialdad de mi piel ~Mi nombre es Hayden~ miré los ojos de aquel hombre, si bien su mirada era rara no tenía nada especial que llamara mi atención.

~Bueno~ rasqué un poco mi nuca mientras escuchaba su pregunta sobre mi comportamiento en la puerta de la catedral, ~Acabo de llegar a San Petersburgo, pero parece que llegué tarde para poder apreciar la belleza de la famosa catedral de Kazan, tendré que venir por la mañana~ me encogí de hombros mientras desviaba mi mirada hacia el edificio ~Pero no podía dejar de agradecer haber llegado con bien a la ciudad, supongo que Dios nos escucha donde sea, sin importar el lugar ¿no cree?~ le miré nuevamente con una mayor sonrisa en mi rostro.

Si hay algo que me estaba molestando y no sabria por donde comenzar solo escuche con atención al menos sabe francés nos podemos entender y no era para menos. Detendo mi mirada con la de el no para que viera la maldad sobre mi si no de forma que supiera que no escondo nada Dios, creo que te precipitas mucho ¿por que no te relajas? haciendo un gesto relajado continuo de cualquier forma la catedral seguirá aquí por la mañana no creo que desaparezca me habla este de religión noches atrás había tenido un encuentro con un maníaco religioso, no podía ser que hubieran mas de ellos, ¿es plaga?.

lo miro con un poco de despresio ante esa palabra no es que no creyera si no que ¿por que invocarle si no se le nesecita por el momento? Bueno, la noche es joven mi amigo miro al horizonte. Que estupida sonrisa pone en cuanto habla de el.

Ladeé un poco la cabeza mientras escuchaba al hombre frente a mí, sus palabras me confundían un poco, el aire de desprecio e indiferencia, no entendía lo que le ocurría, si se acercaba a mí y quería conversar pero al mismo tiempo se mostraba de una manera tan irritable, sacudí ligeramente mi cabeza pensando en lo que decía.

Miré alrededor, creo que comenzaba a entender lo que ocurría, cómo no lo había visto antes, miré fijamente al sujeto, por momentos titubeé mientras bajaba lentamente la mirada. Me acerqué a el unos pasos, ~La verdad no estoy interesado en servicios sexuales~ hablé en casi un susurro, no quería pasar la vergüenza de que alguien más escuchara lo que aquel hombre hacía en la calle. Era triste ver cómo la gente vendía su cuerpo para placer de los demás, el sujeto no era mal parecido, podría conseguir un buen trabajo, tal vez como modelo, tenía la altura, algo que a mí me faltaba.

Sus palabras solo hicieron que todo se interrumpira, fue como frenar un automóvil de golpe, su comentario fue mas que nada absurdo y fuera de lo que pensaria alguin normal o solo que sea gay, si creo que es eso, por que a mi jamas se me pasaria por la cabeza que un sujeto se prostituyera de esa forma, dando una risa pequeña le tomo por el hombro palmenadolo tres veces que equivocado estas en mis ojos se notaba la indignacion total que sentia y el despresio por el que comenzaba a nacer de lo profundo de su comentario ¿te parezco uno? el tono de voz que use fue en pregunta pero agresiva ¿no sera que el marica aqui seas tu? le tomo de la ropa dejandolo justo frente a mi minradole directamente a los ojos y con un tono mas agresivo he! contesta con un carajo ¿a caso te gusto? mal nacido le muesto sutilmente mis colmillos como me gustaba que mis victimas me provocaran y el estaba haciendolo de maravilla, no podia contenerme de darle un buen mordisco que lo desangrara por la yugular.
Le muestro de forma sutil mis colmillos mientras mi mirada seguia agresiva y muy adrementante

Y fue así, mi segundo encuentro con un vampiro se daba de repente y sin que siquiera lo hubiera podido imaginar, en el lugar menos pensado. Ahí estaba yo, colgando en el viento, mis pies se estiraban intentando tocar con la punta el césped que ahora veía tan lejano, aquel ser me había tomado por sorpresa, dejándome a la altura de su rostro y acusándome de ser homosexual ¿acaso eso importa después de tantos años en la tierra? la sexualidad había pasado a un plano tan lejano que ya ni siquiera recordaba cómo era sexualmente antes de morir y renacer... pero nuevamente me estaba desviando del tema, este sujeto podría terminar arrancándome la cabeza si él lo quisiera, sus colmillos largos y brillantes con la luna me habían provocado cierto escalofrío, no podía morir allí, no podía dejar que éste me vaciara como una botella de Chateau Petrus, desperdiciado cual vil refresco de cola, la noche no podía terminar así.

Miré a aquel hombre, su apariencia aunque amedrentante no me causaba miedo alguno, simplemente era una increíble molestia al ver a la Bestia mostrarse tan fácilmente, debía de pensar rápido, sólo quedaba una salida, huir lo más rápido posible, miré con el ceño fruncido a aquel desconocido que ni siquiera tuvo la decencia de presentarse, Vástago mal educado. Un rápido movimiento, golpeando sus antebrazos para liberarme de aquel hombre, una mirada para que huyera y conociera mi naturaleza, es todo lo que necesito para sobrevivir una noche más... espero

Tirada #1: Mirada Aterradora
Tirada #2: Zafarse

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Mi ego comenzaba a elevarse tanto como quería mientras veía a ese pequeño idiota mis colmillos hicieron su trabajo todo estaba yendo a la perfección, la mirada que sostenía propia de mi intimidación ahi estaba sintiéndome uno de los mas grande de mi especie hasta que no conté con lo que obviamente me pudiera pasar, si la maldita ciudad no estuviera infestada de roñosos vampiros.
No podre describirla en toda su totalidad solo se que fue algo que nunca había visto, el mejor acto ejecutado por la mirada de la misma bestia, la que recorre mi sangre y se apoderara en cualquier momento de mi, y cada vástago que camine sobre la superficie de la tierra, esa mirada de ojos bañados en sangre con las pupilas en un punto de desesperación, amargura y pasión por destruir, es amirada me estaba apuntando directamente, ademas de unos poderosos y sobresalientes colmillos, mas grandes y afilados que la miseria que le mostre, me estaba enseñando su verdadera naturaleza, la de un verdadero asecuino, se que me iba a domar en algun momento la bestia pero ¿por que no me domo?, sera que ¿no era para mi?.

Las fuerzas me abandonaron y lo solte sin pensarlo mas manote al aire corriendo despavorido, solo queria estar seguro, solo queria estar fuera de su alcance, su bestia me iba a tragar, ahora comprendo eso el ,e iba a devorar, hasta el alma y eso es la sensacion mas terrorífica que se puede plasmar, mi querido lector.

Corri y corri no se que tanto corri pero llegare a alejarme de el solo queria eso, maldita sea soy una puta verguenza, donde esta ese lasombra de orgulloso linaje, si ya lo recuerdo, corriendo como perra.

tirada:

No sé qué ocurrió... miré el rostro de aquel sujeto, sus colmillos parecían retraerse, sus pupilas dilatadas como si hubiera visto el mismísimo fuego del infierno, la cámara de tortura de Satán con su nombre escrito en ella, como si le estuvieran esperando, sus manos temblorosas me dejaron caer casi empujándome, su piel de por si pálida parecía volverse traslúcida con la luz de la noche. El miedo en su rostro, el terror inundando cada fibra de su ser, si su corazón hubiese seguido latiendo de seguro hubiera tenido un ataque, todo aquello lo ví, corría por los matorrales sumergido en un profundo miedo, aquello me hizo sentir, diferente, me hizo sentir... Culpable.

¿Acaso había sido capaz de generar tal miedo? ¿mi interior era tan aterrador que había destruído la voluntad de un vampiro? si, ese era mi verdadero ser, aquel que tanto temía, con el que luchaba cada noche de mi existencia por que se mantuviera alejado de la realidad, esta noche le había abierto las puertas y como resultado un pobre Vástago había sufrido las consecuencias... Mi cuerpo se desvaneció en el húmedo césped, sentado ahí reflexionaba con horror mis acciones, mis manos abrazaron mis rodillas mientras hundía mi cabeza entre éstas, me sentía la basura más grande del mundo, el ser más miserable y decrépito que había pisado la faz de la tierra... me sentí mi Sire.

Y así sucedió hasta que me tropecé sin querer con unos arbustos, por suerte habitan cortado y limpiado el césped antes de caer en alguna porquería de animal, que eso y mas merecía por cobarde. Mi cara estaba contra el suelo y mis puños a los costados de mi cabeza, solo me quede ahi mientras se me pasaba el susto ¿de donde carajo, o como hizo eso? sabia sobre la presencia vampirica, la poseo, pero eso fue mas que frustrante.
Me recuesto boca arriba viendo la noche, estaba un poco despejado el cielo y ademas de eso se veia un poco de luz, no era tan obscura como otras veces, cierro los ojos de forma pausada sintiendo el césped entre mis dedos y mi cuerpo frio, necesitaba tranquilizarme, y seguir como si nada hubiera pasado, si nadie miro mas que el y yo asi que esta a salvo nuestro secreto, asi no lo conozco ni me conoce, que bueno que me asegure de eso.
Me quede ahí por 5 minutos mas pensando el los principios de mi senda "la noche" La única blasfemia que se puede cometer es no lograr reconocer las propias pasiones oscuras. La no-vida es una maldición, sí, aunque su propósito es dominar la maldad interior… y entregársela al mundo. de mis labios salio esas palabras que en alguna buena noche un templario dijo ya teniendo a toda una colonia bañada en sangre, y yo solo habia ganado senda por la forma en como aterrorizaba mortales, soy un fraude, no habia mas, pero tampoco me iba a deprimir aun tengo mucho richard que dar a toda esa bola de idiotas y si me lo vuelvo a encontrar no le dire nada dejare que la obscuridad le abrace, para que sienta la misma deseperacion que yo, que sufra ese miserable por lo que me hizo.
Me levanto de donde estoy y comienzo a caminar tengo que hacer que esta noche no sea tan penosa.

Me sentía miserable, la culpa me invadía a cada segundo que pasaba, sentía como el autodesprecio se manificaba, pensar en que tal vez le ofendía y él trato de defenderse, no debí de haberle hecho aquello. Como pude me incorporé, mi mirada estaba clavada en el suelo, me sentía fatal, no sé qué habrá pasado por la mente de aquel vástago, tal vez era uno recién abrazado, tal vez al igual que yo nunca deseó vivir en éste mundo tan oscuro y trágico, y ahora yo le había hecho pasar la peor de las noches.

Caminé por los andadores de piedra, la belleza se había minimizado, era como si el mismo amor de cada obra me diera la espalda, me lo merecía. Alcé levemente mi cabeza, deseaba encontrarlo y pedirle una disculpa por mi comportamiento, era sin duda un ser despreciable. Mi boca se abrió quedando en total silencio, aquel sujeto nunca dijo su nombre, cómo llamarle si no sé quién es? ~Chico de negro!~ grité con todas mis fuerzas en un idioma que, según recuerdo, él podía entender, sólo esperaba que quisiera volver a verme, para así enmendar mi error, o tal vez escuchar mi voz le cause tanto temor que prefiera huir dejándome con esta eterna culpa.

mientras estaba caminando veo a algunas personas tomando taxi y aun teniendo algo de actividad nocturna lo que me estaba dando una idea fabulosa, pero en eso escucho la voz de aquel sujeto, tan solo de pensar que anda por aquí se me eriza la piel invocando mi apariencia en negro, si parecía que estaba saliendo de algún concierto de rock, solo es vestirse casual y aparentar ser un humano, si por mi fuera usaría otra cosa.
Era el momento preciso para vengarme por lo que me hizo, pero por que me llama que guerra, en serio no comprendo esas actitudes, así que me are el difícil o tal vez quiera acabar con su trabajo, pero le saldra fatal, sabra en serio de mi.
Camino tratando de seguir el sonido de su grito y a lo lejos se ve tan "despreocupado" en ese momento le mostrare lo que es capaz uno de los míos y no pienso fallar.
Usare mi famoso juego de sombras haciendo que su sombra hemane un extraño calor, como si fuese a rostisarce, camino hasta el ultimo punto donde causo mi humillacion y estando frente a el viendo la proyeccion de su sombra claramente comienzo con el jugueteo, consumiendo con todo mi ser ese vitae para provocar que la sombra se convierta en su peor pesadilla.
bien aqui me tienes contesto de forma defensiva y algo titubeante, sentia que si le volvia a mirar a los ojos pasaria algo mas peor que solo correr como niña

Aquel sujeto apareció de repente, le miré un poco apenado, cabizbajo me acerqué colocando mis manos tras mi espalda, no podía verle a los ojos, me sentía avergonzado al volver a verle, allí parado, indefenso pero fingiendo valentía, mostrándose ante mí, ante el monstruo que le hizo huir cual ratón asustado.

Alcé levemente mi cara, mirándo sus ojos azules y fríos, llenos de rabia. Algo dentro de mí comenzaba a sentirse extraño, como si una onda de calor me invadiera, me sentía como en la primer cita con mi difunta esposa, ese bochorno que subía desde mis pies hasta mis oídos haciendo estremecer mi cuerpo entero, esbocé una sonrisa, una apenada, como si no supiera qué decirle ahora que lo tenía frente a frente, pensaba preparar todo un speach, nunca imaginé encontrarlo tan rápido.

Sacudí mi cabeza y le miré determinado, ~Lo siento mucho~ bajé nuevamente la mirada dejando que él viera lo arrepentido que me encontraba por haberle ocasionado tan bochornoso momento ~En verdad lamento haber hecho aquello, le ruego que me perdone~ hablé sin mirarle a la cara, no sabía cómo reaccionar, aunque el calor seguía aumentando, aquello no era algo muy normal... o tal vez me sea perdonada la maldición y comience a recobrar mis sensaciones humanas ¿sería posible?

La mirada se postra en sus manos de el chico solo escuchando su tonta disculpa, si en verdad estaba arrepentido tendria que conpensarme con algo, hago como que le escucho casi burlandome por sus disculpas, es en serio, si alguien te adrementa y te defiendes lo menos que esperas es una disculpa, eso nop puede pasar, no en este mundo.
Hago que la sombra gastando mas vitae (otro punto) somience a tomar una forma bestial, como la de una cabra y en ese momento fingire demencia pero que.. coño .. mirando a el suelo algo desconcertado y haciendo que la sombra se forme en su total figura de un machocabrio proyectandose desde los pies de el rubio. venia, solo por error tu me das miedo y asco dando dos pasos atras y mirandolo como un fenomeno.
Bien Remar ya basta no divierte para nada esto. Perdona por la tonta presentacion, toda chapusera, en verdad no debi hacer eso mas frente a uno como tu.

Mcamino esos pasos que di atras pero ahora adelante y lo trato de ver a los ojos, buscando esa bestia que invoco No te perdonare por eso si no al contrario deberas compensarme, de todos monos no puedo confiar en alguien como tu, tan solo mira la sombra que proyectas, en serio eres un in-fer-na-lis- ta haciendo que mis labios remarcaran mas esa palabra mientras trababa de jugarle hasta con su etica de disculpa.

La palabras que él despotricaba en mi contra eran crueles, aquella era la primera vez que alguien se refería a mí usando términos tan despectivos, mi rostro se deformó mostrando la sorpresa y lo ofendido que me encontraba al escucharle hablar, co mi cabeza negué lo que decía, no podía ser que no me perdonara y que yo le causara tantas emociones negativas ¿por qué?

Sus palabras me hicieron girar y ver lo que había tras de mí, una sombra deforme, monstruosa, se extendía desde mis pies desparramándose por todo el piso, una bestia más, ahora estaba seguro, el calor que sentí no era de mis emociones humanas, era el calor de los fogones del infierno, un infierno que era cada vez más palpable en mi mundo, me encotraba condenado por mis acciones, por la maldición que mi Sire había extendido en mi ser.

Tirada de Coraje (Dif. 8)

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, mi mirada estaba fija en aquella sombra monstruosa, no podía creer que ella me diera la espalda mostrando mi verdadero ser; las palabras de aquel sujeto me decían la verdad, aunque no estaba seguro de lo que hablaba ~¿Infernalista?~ pregunté sin mirarlo, me sentía mucho más avergonzado, yo mismo me sentía asqueado por lo que era ~¿qué es eso?~ le miré de reojo pero no podía mantener la mirada, apreté mis ojos mientras negaba repetidamente moviendo mi cabeza, no podía creer lo que ocurría.

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Entonces mi falso truco funciono ya solo seria cosa de que lo convezca de hacer uno que otro favor, pero primero deberia saber mas de el, yo como "digno" portador de la senda de la "noche" le mostrare el camino a que abrace a su obscuridad. Es lo que eres le dije sin remordimientos viendu cara saboreando el momento no puedes ocultarlo por mas que quieras camine a un lado de el fingiendo hacer un movimuiento con las manos de igual forma tu verdadero poder te aclama desde el fondo de tu alma eso de infernalista estaba demaciado pasado por mi parte hasta cierto punto respeto el trabajo que hacen ellos, por que es digno de un verdadero demonio.
Vuelvo la sombra a la normalidad para que se controle no puedes negarte a lo que eres, nadie puede, pero si se puede controlar lo miro de arriba abajo sin mostrarle mas de mi, fue suficiente con que me viera correr me llamo Richard y creeme que no tenia mucho humor por lo que me dijiste Si asi soy yo, siempre trato de justificar algun acto malo, haciendo que parezca bueno de alguna forma y eso no me qutaba ni suma meritos solo era yo y nada mas.
Este joven rubio de alguna forma de debe de llamar pienso que sera su nombre no se, por su apariencia algo asi como, Diego, Rafael, o ya se Connor, se ve que es un tipo que apenas abrasaron y aventaron como despojo a la basura llamada "mundo" bueno que se aproveche de esa basura que le enseñare a divertirse.

Le miré con atención, al parecer me había equivocado, no parecía ser un vampiro recién abrazado, sus palabras sedientas de poder le desenmascaraban pcco a poco, sin embargo sus palabras tenían cierta razón, no podía esconder lo que en verdad era, pero tampoco deseaba controlarlo, cuando controlas algo te sientes con libertad de usarlo y yo no deseaba usar a aquella bestia.

~Richard~ pregunté mientras me giraba para verle de frente, no había escuchado la respuesta a mi pregunta, ¿qué era un infernalista? me sonaba a algo muy malvado, algo tan perverso que de sólo imaginarlo me hacía estremecer, ~No deseo aprender a controlar nada de lo que tengo, simplemente quiero continuar con mi existencia de la misma manera en la que la he pasado~ sacudí mis manos guardándolas en mis bolsillos, ~Lamento que no aceptaras mis disculpas, aunque sé que hice mal no puedo compensarte de ninguna manera, nada en mí tiene el suficiente valor para hacerlo~ miré fijamente a Richard enocgiendo mis hombros continué ~Espero lleves con paz tu existencia, lamento si te ofendí, pero las historias que escuché de Rusia me dejaron llevar, nuevamente me disculpo, investigaré sobre eso que llamas infernalista, si soy eso aprenderé a reprimirlo para que nunca más mi sombra refleje aquella parte tan horrida de mí~ una ligera sonrisa le dediqué, no pensaba caer en más manipuaciones, suficiente había tenido con mi Sire durante tantos años.

De que estaba hablando tenia frente a mi a un maldito Mártir, me purgo por completo lo que estaba diciendo ¿como que no? que no sabe el verdadero poder y la facilidad con la que logro aterrarme estaba desperdiciando su no vida y si eso era así, entonces tendría que diablerizarlo, si el no quiere ese poder entonces que lo deje a quienes si lo queremos, a quienes si vamos a aprovechar cada segundo disfrutando hacer el mal,. la maldad pura y deseando que todo se descubra como es, con la verdadera pasión que encadenan por ser o tratar de fingir algo que jamas seremos tu vida tiende a ser tan aburrida lo mire fijamente mientras este se lleva las manos a los bolsillos ¿como llegaste a sobrevivir? si te lamentas hasta por defenderte camine un poco tratando de rodearlo viéndolo fijamente a los ojos, no comprendía su forma de ser, pero de igual forma no pienso hacerlo no niegues jamas lo que eres, por que si lo haces llegara algo o alguien a arrancarte de ella y así te sentirás peor, conócete mas, cálmate y comienza a repetirte a ti mismo lo que eres y por amor a todo lo que quieras creértelo mi sermón parecía el de un padre tratando de hacer lo "correcto" sinceramente con esa actitud, todos abusaran de ti así como intente hacerlo, pero te encontraras con la sorpresa de que hay alguien mejor que tu o mas viejo y ahí no podrás escapar..
Parpadeo un par de veces esperando que comprendiera, pero si ha vivido así durante sus años de no-muerto no puedo hacer nada.

Mi mirada se perdía ante aquel sujeto, sus ojos demostraban aquello que yo temía, como si la bestia se apoderara de él cuantas veces quisiera, como si aquel sujeto en verdad disfrutara ser aquel ser egoísta y asesino. Pronto sus palabras afirmaban lo que pensaba, aquella palabras que pedían que me mostrara orgulloso por algo que detestaba con todo mi ser, nunca lo entendía, pero siempre terminaba en situaciones que no me agradaban, con vampiros que me miraban como un bicho raro por pensar de la forma que lo hago ¿acaso aquello era tan extraño? sólo deseaba continuar existiendo sin molestar a nadie, alejado de toda la política de vástagos y guerras sin sentido por lugares que nunca les pertenecieron, reclamando derechos de sangre maldita y destruyendo todo aquello que tocan, un infierno en vida.

Fruncí mis labios mientras encogía mis hombros, aquel hombre me pedía ser algo que yo odiaba, no quería ofenderle nuevamente, pero sus palabras sólo me molestaban ¿quién era él para decirme qué hacer? ¿qué conocía de mi pasado como para dirigir mi futuro? vaya idiota ~Entiendo~ murmuré ~Sin embargo aquello es imposible, no puedo creerme ser algo que nunca deseé ser, no puedo aferrarme a algo que destruyó todo lo que quería~ miré al cielo, sabía que mi familia había muerto por mi culpa, por confiar demasiado en las personas ~Y siempre habrá alguien más fuerte y viejo que yo, lo que ocurrió hace unos momentos fue suerte, tal vez un descuido tuyo o no esperabas que yo era un monstruo, si conservo ciertos rasgos mortales puede ser por el poco tiempo que llevo siendo lo que soy, tal vez sea eso, dicen que mi Clan es conocido por querer ser mortales, sin embargo de mi mismo Clan he recibido las mismas palabras que me dices ahora, claro que con un tono menos devastador~ un ligera sonrisa, más que nada provocada por la incomodidad de aquel sermón, se formó en mi rostro, no estaba seguro de qué hacer ahora para salir de aquí.

Las palabras del vástago solo provocaron en mi mas risa, no pare de reír divertido a todas sus respuesta que daba, sinceramente era patético, no podía creer que siguiera vivo, no era débil eso es seguro, pero tampoco es fuerte, es un tipo con suerte que se cruzo con el equivocado y sinceramente no le iba a enseñar a vivir pero mi ética jamas me lo permitiría, debo hacer que abrace su maldad, su obscuridad puede hacerlo, debe hacerlo, el puede y lo sabe, que sucumbiendo a eso se librara de toda culpa, y miseria que solo le deja la humanidad.
Bien, aliméntate entonces de ratas, ten compasión por aquel que quiera matarte solo para consumir tu alma y ser mas viejo o peor aun por el simple echo de hacerlo, ¿crees que a alguien le interesa que seas bueno? levanto las manos en forma de reclamo a nadie, les importa una mierda, solo se aprovecharan de esa supuesta nobleza que jamas poseerás por que al final eres una bestia, al igual que yo, un ser de obscuridad sonrió con cinismo y esa mirada característica mía. Perdona pero eres muy aburrido, un "martir"

Las palabras de aquel hombre no hacían más que molestarme, intentaba convencerme de abrazar una oscuridad que detestaba, pero lo hacía de una manera agresiva y  estúpida, mostrándose orgulloso en ser aquella bestia, me daba repulsión, asco, no sabía cómo reaccionar ante aquel sujeto, tal vez si le hacía correr nuevamente podría alejarme de ahí, había cometido un error garrafal al haberme acercado nuevamente... No, no podía volver a usar aquella maldición, sería aceptar ésto en lo que me convirtieron, había hecho lo correcto al acercarme y pedirle disculpas, era lo que debía hacer.

~Tienes razón~ murmuré mientras desviaba mi mirada, ~A nadie le interesa que yo sea bueno o malvado, que me alimente de ratas o de bebés, que quiera ser humano o una bestia, eso es algo que sólo me debe importar a mí, haré lo que mejor me parezca, es algo que a ti no te importa~  fruncí un poco mis labios, en verdad comenzaba a molestarme, al menos Haley me intentaba convencer con las "ventajas" que ésto me daba, pero este sujeto solo se glorificaba en una pútrida tumba moral, ~Soy una bestia, eso es cierto, pero aquella bestia permanecerá presa en mi interior, la volveré tan mansa como un cachorro, esa es mi meta, no quiero que ella me controle como ya lo hace contigo, deberías unirte a esos salvajes del Sabbat, parece que son muy similares, pero a mí déjame tranquilo, como estaba antes de que llegaras, admirando la belleza nocturna sin molestar a nadie~ desvié mi mirada de aquel sujeto, me daba repulsión verle ese muerto rostro, esos ojos llenos de rabia y muerte, ese rostro que no deseaba se reflejara en mí.

Me estaba aburriendo ya su platica sobre una moral, solo faltaba que aparecieran tras de el imágenes religiosas y le cayera un habito de moja del el cielo, me cruzo de brazos sonriendo muy maliciosamente tenia ganas de darle una buenas bofetadas con la obscuridad y mostrarle lo bueno que había de este lado.
Dándome la media vuelta le contesto ya me canse de ti, eres un vampiro, no una mariposa que brilla en la luz del sol, eres un depredador, comienza a pensar como uno. Ahora bueno me dio un poco de gusto conocerte, pero hubiera sido mejor no hacerlo, los que son de tu "tipo" siempre están llorando por todo camina un poco mas y le mira por ultima vez Suenas tanto a una niña rió y sigo caminando por la acera a paso acelerado.

Que se creía este vampiro de 5ta no puede ser que su manera de pensar sea así, Me he metido en problemas y vario a decir verdad pero este que tenia era solamente una discusión sin importancia, con mover unos hilos en su estúpida moral estaba mas que satisfecho, con eso me sobraba y bastaba. Solo quería seguir caminando las cosas en san petersburgo no me estaban yendo del todo bien y odiaba sinceramente a sujetos de su clase

Sus palabras se disiparon con la brisa nocturna, de la misma manera en que aquel extraño sujeto llegó se desapareció entre las sombras, entre aquella penumbra en la que pertenecía, sin embargo algo no me gustaba, su manera de expresarse, esa seguridad en sus palabras y la frialdad con la que hablaba, demostraba ser un vampiro orgulloso y pleno, por un momento pensé que tal vez aquello era lo que me hacía falta en esta vacía existencia, tal vez si abrazaba a la bestia en mi interior continuaría mi camino en total plenitud.... Que idiota! eso no es lo que necesito, gozar con los más pequeños placeres mundanos era lo que me daba la fuerza para sobrevivir en este mundo lúgubre, pútrido, avaricioso, egoísta, en este mundo de tinieblas.

Un sonrisa se volvió a formar en mi rostro mientras alzaba la mirada al majestuoso cielo de San Petersburgo, la brisa gélida en mi rostro dejando leves rastros de rocío, esa belleza no se podía comparar con nada que la oscuridad me ofrecía, sentirme vivo era aquello que más disfrutaba, vivir emociones al ver un cielo estrellado, una obra creada por la naturaleza o el hombre, esos pequeños placeres eran los que me mantenían cuerdo, no dejaría que un estúpido con un sermón lleno de odio me dejara dubitativo.

Mis manos en los bolsillos de mi abrigo, una sonrisa en mi pálido rostro y unos lustrosos zapatos, ese era yo, siempre fiel a mis creencias y moralidad. Sin embargo, al final, como aquel demonio que me interceptó en la noche, me perdí entre las sombras, porque allí es donde pertenezco, en las penumbras, lo único que me distingue de él es que yo veía en las sombras un refugio para los demás, para evitar lastimar a quienes me rodean, él veía un hogar, un estilo de vida, vivir en la oscuridad y alimentarte de la carroña inmortal, eso no era lo que yo deseaba, al menos no en esta noche.